Cuando combinamos sumas o restas con multiplicaciones podemos aplicar esta propiedad.
Sí, hace mucho que no escribía nada, pero la verdad es que esto del final de curso es como una bola de nieve que se va haciendo cada vez más grande... En fin, que he encontrado un pequeño hueco para explicar esta propiedad que nos puede dar mucho juego.Empecemos por explicar cuándo es interesante aplicar esta norma. Imaginemos que tenemos la siguiente operación matemática: 6 X (5+4), ¿De dónde sale esta cuenta tan rara? Muy sencillo.
Imagina que es la Primera Comunión (lamentablemente, muchas veces también es la última, pero eso lo dejaremos para el otro blog...) de seis compañeros tuyos de clase y, por aquello de que no se enfaden, decides comprarles a todos lo mismo: una tarjeta musical (de esas que suenan cuando las abres) que vale 4 euros y, además, un cómic sobre la vida de Jesús que vale 5 euros. Si ahora traducimos esta historia a una operación es:
6 amigos X (5 euros del libro + 4 euros de la tarjeta), o sea, 6 X (5+4)